INTRODUCCIÓN
Antes de nada, para introducir este estilo, primero debemos saber en que consiste este estilo y para ello podemos definirlo como un estilo con una velocidad media de nado más rápido, debido a la acción alternativa y constante de piernas y brazos, lo que produce una continuidad en la propulsión.
Posición del cuerpo:
En este estilo, el cuerpo no va totalmente en una línea horizontal respecto al agua, sino que las piernas y los pies van rompiendo la línea del agua, el tronco bastante recto y la cabeza ni muy alta ni muy baja. Para tener un buen impulso, hidrodinámica y que el agua no haga resistencia y nos frene hay que hacer un buen rolido, es decir, la inclinación o balanceo del cuerpo para que así también podamos respirar, y que facilita tanto la tracción como la recuperación de los brazos.
La mirada la dirigimos en diagonal ligeramente hacia adelante, rompiendo la superficie del agua con nuestra frente, haciendo así que tengamos una buena posición de la cabeza.
Dentro de la posición del cuerpo influye la fuerza de arrastre o de fricción, la fuerza de flotación y la fuerza de propulsión.
Acción de brazos:
La posición de brazos se divide en dos fases: tracción y recobro.
La tracción empieza cuando la mano entra en el agua, el brazo tiene que estar flexionado con el codo por encima de la mano.
La posición de brazos se divide en dos fases: tracción y recobro.
La tracción empieza cuando la mano entra en el agua, el brazo tiene que estar flexionado con el codo por encima de la mano.
Se desliza dentro del agua con la palma de la mano hacia abajo y hacia afuera de nuestro cuerpo, siendo el pulgar el que primero toma contacto con el agua. Para hacer el impulso la mano debe estar hacia abajo, girada hacia afuera y hacia atrás y el codo más alto que la mano. Al principio la velocidad será más lenta pero irá aumentando progresivamente.
En la segunda fase de este impulso flexionaremos el brazo casi 90º haciéndolo hacia atrás, y en el momento del tirón el codo lo mantendremos alto para una mejor propulsión. Los dedos los mantendremos cerrados, con la palma mirando hacia atrás y la muñeca firme; para que así ganemos más hidrodinámica. Así, traccionaremos con mayor velocidad, para ser unos buenos nadadores.
En el recobro o también llamado fase aérea, aunque creamos que el brazo va siempre por el aire, verdaderamente este movimiento comienza cuando el brazo está dentro del agua. Debido al rolido ( que es es la rotación o giro de las caderas, que nos ayuda a alargar la brazada y a ganar mayor velocidad e hidrodinámica), el hombro es la primera parte de nuestro cuerpo que sale del agua, luego por la flexión del brazo sale nuestro codo y por último nuestra mano.
En referencia al lado por el que respiramos, con el brazo que hace por ese lado debe asegurarse que mantenemos la cabeza girada después de haber realizado la inspiración, hasta un momento antes de que se produzca la entrada del brazo, para eliminar una resistencia al avance adicional.
Cuando vayamos en la parte más alta del batido flexionaremos un poco las piernas pero se estira progresivamente hasta alcanzar la máxima extensión en el punto más bajo del batido, en este punto presionaremos el agua con los empeines de los pies.
Lo más importante son los pies, que deben permanecer en extensión y relajados y nuca salir fuera del agua; y una buena flexibilidad del tobillo.
COORDINACIONES:
Coordinación brazos-respiración:
Este tipo de coordinación comienza a medida que la mano entra en el agua a la altura del hombro, con la palma mirando hacia abajo; cuando el brazo que tracciona ha realizado la mitad de su recorrido. El aire es exhalado por la boca y la nariz.
Cuando la mano que tracciona ha completado la mitad de su tracción y empieza a girar sobre su eje longitudinal, la cantidad de aire que se exhala empieza a incrementarse.
La boca del nadador se abre más ampliamente a medida que el aire exhalado se incrementa.
Finalmente, la boca entra en la superficie del agua y la inhalación está a punto de empezar.
Inmediatamente antes de que la mano hienda la superficie del agua, es girada de manera que la palma mire hacia el cuerpo. El nadador abre sus ojos e inicia la inhalación. Y así repetidamente.
Coordinación brazo-brazo:
A medida que una mano entra en el agua a la altura del hombro, el brazo que tracciona ha realizado la mitad de su recorrido. El brazo que tracciona continúa su tracción hacia atrás con la palma todavía mirando atrás.
La primera mano continúa moviéndose lentamente hacia abajo a medida que la mano que tracciona empieza a retroceder a la línea del centro del cuerpo.
Los músculos depresores del brazo empiezan ahora a contraerse vivamente e impulsan hacia abajo el brazo que entró primero en el agua.
A medida que el brazo termina su tracción, la pierna de ese mismo lado impele vigorosamente hacia bajo. Esta acción anula el efecto que sobre las caderas produce el movimiento hacia arriba de los brazos.
Cuando la mano que tracciona ha completado la mitad de su tracción, empieza a girar sobre su eje longitudinal.
Coordinación piernas-brazos:
Esta coordinación es para controlar el movimiento de las piernas y de los brazos simultáneamente. Los pies deben realizar 6 patadas, es decir, realizarán la técnica de 6 tiempos que conocemos. Recordamos que el ciclo comienza cuando uno de los dos brazos se introduce en el agua y acaba cuando este se vuelve a sumergir en el agua. En este tiempo, las piernas deben de realizar 6 patadas, aunque existan otras maneras distintas de coordinación, como por ejemplo la de 2 tiempos, en la que se realizan dos patadas por ciclo.
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